George de La Hele: Missa Praeter rerum seriem
El Leon de Oro, Peter Phillips, Marco Antonio Garcia de Paz
Autor: Dr. Matthias Lange
Ya solo porque contiene la primicia de la espectacular “Missa Praeter rerum seriem” de George de la Hèle, este disco de El León de Oro es absolutamente imprescindible de escuchar.
El conjunto español El León de Oro, bajo el sello Hyperion, se centra en una tradición que normalmente recibe poca atención: las composiciones surgidas en el ámbito de la Capilla Flamenca, fundada por Felipe II durante su reinado (1556-1598), se dedicó enteramente a la tradición contrapuntística de los franco-flamencos. Durante esa época, se trajeron jóvenes coristas de Flandes a la corte real en Madrid, lo que permitió a lo largo de los años el crecimiento de un elenco considerable, que, junto con otras prominentes incorporaciones, ayudó a garantizar la continua producción artística y la interpretación vocal.
El programa se centra en la “Missa Praeter rerum seriem” de George de la Hèle (1547-1586), que dura más de media hora. Esta misa de 7 a 8 voces es una interpretación del impresionante y sombrío motete del mismo nombre, obra de Josquin Desprez, que sirvió de inspiración para contemporáneos como Ludwig Daser, Cipriano de Rore, Adrian Willaert u Orlando di Lasso. La misa retoma la densidad y el carácter de la obra original, incorporando de manera moderada una segunda soprano, y permite que la música fluya a través de extensas texturas, sobre la pesada gravedad sonora del motete. De la Hèle transforma el trabajo de Josquin de manera sorprendentemente fluida, y es igualmente sorprendente que, según Peter Phillips comenta en el folleto, esta sea la primera vez que se graba esta magnífica misa.
En la segunda parte del programa, se presentan otras obras. Primero, Pierre de Manchicourt (ca. 1510-1564) con tres grandes motetes dobles. Felipe II parecía tenerle en alta estima, y antes de llegar a Madrid, Manchicourt trabajaba en Tours, Arrás y Tournai. En la corte española, estuvo a cargo tanto de la Capilla Flamenca como de la Capilla Real, esta última normalmente de influencia española. Manchicourt heredó el estilo de Gombert, componiendo de manera rigurosamente imitativa, expresando las emociones sutilmente en la estructura de las piezas. Peter Phillips comenta en el folleto que Manchicourt podía ser «seriamente divertido». Un manuscrito de su “Regina caeli” indica que debe cantarse «sin respirar y sin puntos», lo que implicaba omitir las pausas y los puntos de las notas punteadas en la voz principal, mientras que la segunda soprano comenzaba cuatro notas después de la primera pero terminaba cinco notas antes, resultando en desfases lineales y cambios rítmicos.
Nicolas Payen (ca. 1512-después de 1559), poco conocido, representa los primeros años de la Capilla Flamenca. Su severo “Virgo prudentissima” es, debido a su estructura imitativa, atribuido también a Nicolas Gombert. El programa concluye con Philippe Rogier (ca. 1561-1596), una voz que estilísticamente ya se había distanciado bastante del ideal formulado décadas antes por Felipe II, explorando con frescura técnicas emergentes del Barroco, como la doble coralidad veneciana y las estructuras rítmicamente activas, sin cánones ni imitaciones estrictas. Rogier, como apunta correctamente Peter Phillips, presagia la llegada del bajo continuo.
Un evento sonoro de una belleza fascinante.
El coro español El León de Oro, fundado en 1997 por Marco Antonio García de Paz, alterna en esta grabación la dirección de su fundador con la de Peter Phillips, el director inglés y fundador de The Tallis Scholars, con quien mantiene una larga colaboración desde 2017, siendo Phillips el director de honor del conjunto.
El coro, compuesto por 38 voces, además de su impresionante riqueza sonora, se mantiene fiel al ideal de concentración y claridad. Las sopranos brillan sin excesiva corporeidad, las voces intermedias son claras y características y los bajos anclan el conjunto con solidez. El resultado es una combinación fluida entre la grandeza sonora y una intimidad sorprendente, casi como si se tratara de un grupo de solistas. Peter Phillips parece reconciliar estos dos ideales en su dirección, logrando una intensidad continua de gran claridad, un verdadero evento sonoro de belleza deslumbrante.
El conjunto mantiene una entonación estable y libre a lo largo de todas las tesituras, incluso en los momentos de mayor fuerza. La grabación, realizada en la iglesia del Real Monasterio de San Salvador de Cornellana en Salas, Asturias, captura un sonido de gran tamaño y sustancia, suficientemente claro, sin perder el encanto del conjunto vocal.
La primicia de la espléndida “Missa Praeter rerum seriem” de George de la Hèle hace que este disco con El León de Oro sea una escucha indispensable. Además, pone el foco en un florecimiento tardío de la polifonía vocal y en un intercambio cultural peculiarmente autónomo que fue influyente durante varias décadas: la Capilla Flamenca como una fuerza central al final del Renacimiento.
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