El certamen presentó la segunda entrega de su ambiciosa trilogía sobre Magallanes y Elcano

Elena Fernández-Pello (Oviedo, 18·09·22)

©Claudia Cernuda

«El León de Oro» inauguró ayer el Festival de Música Antigua de Aranjuez, en Madrid, con el estreno absoluto de «Copérnico, el hábito no hace al monje», una producción propia del certamen, que este año celebra su 29.º edición. La agrupación coral luanquina protagonizó una emocionante apertura del Festival, compartiendo escena con el actor asturiano Carlos Dávila y poniendo la música al libreto original de David Álvarez. El espectáculo tuvo lugar en la imponente Capilla del Palacio Real de Aranjuez.

El concierto comenzó con el «O quam suavis«, de Sebastián de Vivanco.Marco Antonio García de Paz, el director del coro, adelantó que en «Copérnico, el hábito no hace al monje» se sucede «la música de los más reconocidos maestros renacentistas españoles», además del citado Vivanco, Guerrero y Victoria, también Rheinberger, y compositores contemporáneos como Whitacre, Busto, Makor y Dubra. En el espectáculo, con una duración de una hora, aproximadamente, la música estaba pensada, como había explicado García de Paz, para «enmarcar la actuación de Carlos como Copérnico, que es el anfitrión y protagonista de la velada».

El Festival de Aranjuez emprendió en 2019 una trilogía de espectáculos para conmemorar los 500 años de la primera Circunnavegación Magallanes-Elcano, que debería haber terminado este año. En 2019 estrenó «Rumbo a Poniente», con la agrupación «Collegium Musicum», pero la situación sanitaria derivada de la pandemia impidió continuar adelante hasta ahora. La representación de ayer, dedicada a Copérnico, es la segunda de este gran proyecto.

El evento inaugural del Festival de Aranjuez tenía un atractivo añadido, porque incluía un paseo en barco por el río Tajo, desde el Embarcadero de Fernando VI del Jardín del Príncipe, y una visita al Museo de Falúas.

«El León de Oro» cuenta entre sus muchas distinciones con la del «Asturiano del mes» de LA NUEVA ESPAÑA.