Con esta entrevista en contraportada del diario La Nueva España despertábamos hoy.

Y es que Marco Antonio García de Paz es uno de los referentes musicales en la actualidad asturiana y nacional. 

La entrevista lleva como título: El prestigioso director musical que desea una Asturias convertida en gran «referente en la cultura» y  la firma el periodista Tino Pertierra.

TINO PERTIERRA 08 JUNIO 2024

Marco Antonio García de Paz, director titular del Coro RTVE desde 2021 y fundador de «El León de Oro», tiene claro cómo sería su día perfecto en Asturias: «Con buen tiempo: levantarse y desayunar en el jardín con la familia. Dar un paseín por la costa. Estudiar, leer un par de horas hasta la hora del vermú o la sidra. Comer un pescadín o algo de marisco en alguna terracina cerca del mar. En Gozón, por ejemplo. Una siestina. Luego un bañín por la tarde. Terminar el día en alguna romería o verbena hasta donde te llegue la fiesta, siempre rodeado de la mejor compañía posible». ¿Y con mal tiempo? «¡En Asturias nunca hace mal tiempo!» Su primera infancia la pasó en Luanco. Aquellos veranos con los amigos en la playa, las pachangas de fútbol en el Cabildo y los «maravillosos helados de Herminión. Tengo muchas anécdotas con los clientes en la cafetería de mis padres (El León de Oro), prácticamente me crie allí y era un poco su ‘juguete’ o mascota. A partir de los 8 años me seleccionaron para ir a la Escolanía de Covadonga por los pelos y de allí me fui conformando como persona y músico. Estar en contacto con esa exuberante naturaleza y los frecuentes paseos por las montañas cercanas al santuario me han hecho valorar mucho nuestra hermosa tierra. Me acuerdo de muchas personas, de los compañeros (era un internado, imagina qué amistades) y de profesores y educadores. Pero, sobre todo, la hermosa música que hacíamos cada día en los ensayos y celebraciones, eso nunca lo olvidaré. Mi adolescencia, a los 13 años, la pasé en otro internado musical, la Schola Cantorum Catedral de León, por lo que solo tengo los recuerdos de pasarlo genial cuando venía de vacaciones a Asturias, los primeros amores, las primeras fiestas…». En su casa había gusto por la música y las artes, «mi padre poseía una buena discoteca y mi madre vivió varios años en París en casa de un notable escultor. Llegó a conocer a Picasso en alguna de las visitas que el genio hacía a la casa de su amigo el escultor. Pero donde se inició mi verdadera inclinación hacia la música fue en Covadonga, y eso que casi no me quedo. Tras la selección preliminar por los pueblos de la región había una semana de pruebas donde se confirmaba quiénes se quedaban y quiénes no. El director no me escogió ya que por aquel entonces yo tenía nódulos en las cuerdas vocales, mi voz no funcionaba, aunque el oído y la destreza rítmica parece ser que sí. Con la maleta ya subida en el coche mi padre predijo: ‘Si no selecciona a este niño usted se arrepentirá toda su vida’. No sé qué efecto tuvieron estas palabras pero lo siguiente que oí fue al director decir: ‘Chaval, baja esa maleta’. Y así me quedé. Sin esta crucial decisión yo no podría haber disfrutado durante esos cinco años de cantar la música de Palestrina o de Victoria, ni haber empezado a tocar el violín o conocer a Bach o Beethoven. Pues bien, el año pasado el obispado asturiano se cargó la Escolanía tras ¡80 años de historia!». Fue en León a sus 14 años cuando ya tenía decidido «que quería ser músico. La práctica diaria instrumental y coral con personas con tus mismas inquietudes y unas fantásticas clases de apreciación musical, donde escuchábamos la mejor música, hicieron el resto. Una tarde escuchando a Bach lo tuve claro». La música que ilumina. Durante una gira por Italia con la Schola Cantorum de León quedó impactado: «Tanto que tuve al menos dos síndromes de Stendhal en aquel viaje, uno en Florencia y otro ante el Moisés de Miguel Ángel en Roma. Ese viaje marcó mi sensibilidad estética, y aunque posteriormente he vivido momentos increíbles en otros viajes como profesional (Arezzo, Nueva York, Londres, París, Marruecos…), sin esa inspiración italiana no sería lo mismo. Fue algo iniciático». Fuera de Asturias encuentra «una mayor cultura musical general para poder apreciar y disfrutar con más plenitud y criterio este noble arte. No es un mal de Asturias, hay mucho por hacer a nivel del país. Para una región pequeña es difícil encontrar la fórmula para retener el talento y desarrollarlo. Apoyos privados y públicos para sostener estructuras y compañías. Por poner un ejemplo, en España hay solamente siete coros profesionales y cuatro de ellos están en Madrid. Es muy poco para un país tan grande. Otro problema está en la extrema rigidez mostrada en Asturias en cuanto a incompatibilidades de profesores en las enseñanzas musicales. Yo mismo he tenido que dejar la docencia a través de una excedencia si quería desarrollarme como director y músico». La vida de músico es «una carrera de obstáculos desde muy pronto. Muchos exámenes, pruebas, competiciones. Como violinista considero que es un instrumento que si lo estudias a fondo te forja el carácter y te hace muy resistente. Como profesor me afectó mucho que en mi Asturias no me dejasen compaginar la docencia, algo que también es vocacional para mí, con la vida artística. Tener que abandonar la dulce seguridad-confort del funcionario y obligarte a lanzarse al mundo freelance ha sido todo un desafío. Afortunadamente tengo la oportunidad de enseñar en cursos de varias universidades españolas y en instituciones como el Joven Coro de Andalucía, que pertenece al Programa Andaluz para Jóvenes Intérpretes. Poder crear y tener la obligación de liderar durante 25 años una institución como es ‘El León de Oro’ te enriquece muchísimo. Al igual que tener la oportunidad de ser el director titular del coro profesional más antiguo de España, el Coro de RTVE. Es sin duda todo un privilegio, algo que marca tu carrera». Como director y gestor de grandes grupos humanos «te expones a muchos sinsabores y decepciones que te van haciendo daño a la vez que te hacen fuerte. Pero las alegrías y las sorpresas agradables han superado con creces las anteriores. En este país todavía existe una tendencia a pensar que lo que viene de fuera es mejor. No siempre es así y además estamos viviendo una época gloriosa de excelencia en los profesionales de la música en España. Ojalá se note mucho en las contrataciones de músicos nacionales de calidad». La valoración que percibe «sobre nuestra tierra es muy positiva, pero sobre todo en cuanto a las características naturales, gastronómicas y sociales. Todo el mundo sabe que Asturias es una tierra afortunada. Ciertamente tiene algo especial. En mi opinión es como una persona hermosa, es irresistible y atractiva, siempre vuelves a ella. Y aunque hay cosas que se están haciendo bien, me gustaría que fuéramos referentes y que se nos conociese por otras cuestiones como la cultura y con todo lo que tiene que ver como un buen modelo de sociedad». A quien se plantee salir de la zona de confort le aconseja «que persiga sus sueños con tenacidad, que viaje y conozca mucho y sobre todo que viva la vida con mucha atención y con grandeza. Sin duda vivir es lo que más te hace acercarte a saber algo. He tenido la fortuna de contar a mi lado con personas clave en cada etapa. También he observado ejemplos concretos, personas que he admirado y tratado de conocer. Todavía hoy en día sigo conociendo artistas y seres humanos excepcionales que me inspiran y me sirven de modelo. Sería muy injusto dejar personas sin citar, por eso prefiero quedármelos para mí. Los consejos más útiles son que siempre crea en mis posibilidades, que aproveche el tiempo productivo y de descanso, que siempre piense en servir a los demás con mi trabajo o con mi música, lo que realmente te hace grande es la siembra de cada día en donde estés y no los éxitos recolectados».

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