Así titula el diario asturiano LNE su crítica de hoy al concierto de anoche: «El León de Oro» sigue siendo el Rey.
Precisamente le comentaba a Marco que iba yo ayer en coche al concierto escuchando el podcast del último programa de Andreu Buenafuente y Berto Romero, «Nadie sabe nada», y Berto le comentaba a su colega que, si dependiese de él, dejaría el título de Rey para usar como apelativo «cariñoso» exclusivamente, tipo el Rey del rock, el Rey de la casa o, como bien dice el artículo de hoy, el Rey de los coros.
Y es que el conciertazo de ayer en la Catedral de San Salvador de Oviedo, que hace honor a su nombre, porque… ¡sálvese quien pueda del frío que hace en ese templo!, calentó el espíritu de forma especial. Exquisita organización, perfecta colocación de sillas en las naves laterales y una magnífica elección de programa, en un marco perfecto, con una acústica hecha para él, sonora, envolvente, es decir: coral.
Aquí os dejamos el texto de la noticia de LNE, escrita por Jonathan Mallada Álvarez, hoy sábado, 27 de marzo de 2021. Podéis ver la noticia original siguiendo este enlace: «El León de Oro» sigue siendo el Rey.
Con una sonora ovación. Este fue el fin, el broche perfecto a una velada musical de altísimo nivel protagonizada ayer por el coro “El León de Oro” en el marco de la Catedral de Oviedo y con motivo de la Semana Santa. La agrupación gozoniega, que cuenta con la colaboración de LA NUEVA ESPAÑA en sus actividades, se enfrentó, durante algo más de una hora, a un programa tan atractivo como exigente, compuesto por obras de Guerrero, Victoria o Palestrina bajo el título “Italia y España: la Edad de oro”, en una clara alusión a la esplendorosa polifonía sacra del siglo XVI.
La cita no pasó desapercibida a los numerosos seguidores del coro luanquín y la Catedral de Oviedo se quedó pequeña para albergar a un público ávido de disfrutar de la mejor música coral posible para un concierto de Semana Santa.
Musicalmente, la propuesta fue extraordinaria. La formación dirigida por Marco Antonio García de Paz demostró con creces que la pandemia no les ha afectado un ápice y se exhibió en un repertorio donde se mueve como pez en el agua, y en el que se han erigido referentes a nivel nacional e internacional. Precisamente, las tres obras de Francisco Guerrero que interpretaron (“Sancta et immaculata”, “Sanctíssima María” y “Magnificat quarti toni”) están incluidas en su último trabajo discográfico que vio la luz hace escasas semanas.
Mostrando en todo momento un color muy cuidado, una compenetración casi marcial y, especialmente, unas voces excepcionales y bien trabajadas, “El León de Oro” rugió musicalmente sobre el templo ovetense y regaló a los asistentes momentos exquisitos de gran belleza, más acentuada si cabe por la acústica de la Catedral, como el “Et in carnatus est” del Credo de la “Missa Salve” de Victoria o en el “Laudate pueri” de Palestrina.
Ante los calurosos aplausos del público, los componentes del coro bisaron el “O clemens” del motete “Salve Regina” de Tomás Luis de Victoria.