El 4º Festival Internacional Tomás Luis de Victoria acogía este largo fin de semana dos conciertos de El León de Oro en la capital abulense.
El coro El León de Oro, dirigido por Marco Antonio García de Paz, fueron los protagonistas del puente en la ciudad de Ávila. El primer concierto tuvo lugar en en el Real Monasterio de Santo Tomás y el segundo en el Auditorio de San Francisco.
Como mérito añadido hay que destacar que el programa fue diferente en ambos conciertos, en los que la agrupación coral conectó desde el primer minuto con el numeroso público asistente. En el monasterio, El León de Oro interpretó el programa que lleva como título «El compositor celeste«, paseándose por la obra del gran Tomás Luís de Victoria y que se saldó con dos bises: el Salve Regina y el Regina Coeli. En el auditorio fue el programa «Contrafacta» el que llenó la sala de aplausos y vítores. Este segundo programa utiliza a otros compositores para resaltar la obra del anteriormente mencionado Tomás Luís de Victoria. Es por ello que, al lado de las sublimes piezas de «El abulense«, las versiones de diferentes autores sobre los mismos textos pusieron de manifiesto la versatilidad de nuestro coro, dotado con la increíble capacidad de adaptarse en tamaño y forma a los diferentes estilos.
Y es que, como bien sabéis, se atribuye a Ávila haber sido el lugar de nacimiento de Tomás Luís de Victoria, ciudad de la que su padre era notario. Sus inicios musicales comienzan a la edad de 7 años, cuando entró a formar parte del coro de la catedral. No fue hasta cumplir 18 que se trasladó a Roma para continuar con su vocación religiosa y ampliar y perfeccionar más sus conocimientos musicales.
Pero pronto comenzó a estampar su nombre en las portadas de sus obras con el título de «clericus abulensis», es decir, clérigo de Ávila. De ahí que se le reconozca como Tomás Luis de Victoria, «El abulense», y de ahí que no haya mejor lugar para interpretar sus obras que en esa ciudad amurallada, tan hermosa y acogedora.
Como testigo del éxito cosechado, os dejamos aquí la crónica publicada al respecto en el Diario de Ávila: Un puente para disfrutar de la música del siglo XVI