No sé si me entendéis cuando digo que a pesar de previsto, fue imprevisto. Supongo que quienes asistieron anoche al concierto sí lo captaron.
El caso es que ya esperábamos la calidad y la sensibilidad de Marco Antonio García de Paz frente a su primer programa solo sinfónico frente a una orquesta sin coro de por medio.
Le conocemos de violinista, profesor, director de coro, cantante bajo y en un montón de facetas creativas musicales. Uno de sus grandes aciertos es la elección de los programas, que se trabaja con espero, estudiando partituras durante meses hasta hacer encajar la más pequeña pieza del puzzle.
El programa de ayer era exquisito de nuevo, y a pesar de que ya preveíamos que sería un éxito, Marco Antonio García de Paz se superó y nos llevó al imprevisto: una belleza y una sutileza que hicieron saltar las lágrimas a más de una persona (visto a través del zoom de mi cámara desde detrás de la orquesta). La orquesta, nuestra querida Oviedo Filarmonía, estuvo a la altura en todo momento y la magia surgió, porque cuando un gran número de instrumentistas acopla con un director, eso es lo que ocurre.
Como no podía ser de otra forma, la prensa se hizo eco y la crítica lo supo apreciar como merecía.
Aquí os dejamos las publicaciones de hoy, incluido el vídeo de la RTVE con un fragmento del concierto.
Ya tenemos ganas de que vuelva a repetir.