Sábado 23 de octubre de 2021, 19.00h
Teatro Filarmónica, Oviedo
PEQUES LDO
Elena Rosso, directora
«¡¡CAN-TA-TE!!»
Bajo este título el Coro Peques del León de Oro cantan un programa apasionante haciendo un recorrido musical por las distintas épocas de la historia de la música coral.
Este programa es un homenaje a nuestro amor por la música y a todas las épocas y culturas que han bebido de ella. Es, también, una representación de la devoción que sentimos por este arte y los valores que nos transmite.
A través de música, luces y movimiento y aludiendo al texto sagrado del Cantate Domino en torno al cual se articula el concierto, celebraremos que lo que hoy nos une será siempre un bello legado para las generaciones futuras.
¡¡CAN-TA-TE!! El nuevo espectáculo creado para este coro infantil nos hará sentir, soñar y, sobre todo, emocionar.
PROGRAMA
Media vita – Nokter Balbulus (s.X) arr. Michael McGlynn (1964)
O lux beatissima – Mark Burrows (1971)
Cantate Domino – Hans Leo Hassler (1564 – 1612)
Mariam matrem – anónima Livre Vermell (s. XIV) arr. Michael McGlynn (1964)
Fantasía de alalá – Julio Domínguez (1965)
Cantate Hodie! – Mary Lynn Lightfoot (1971)
Sub Tuum Praesidium – Miklós Kocsár (1933 – 2019)
Lux aeterna – Mark Burrows (1971)
Cantate Domino – Rupert Lang (1948)
NOTAS AL PROGRAMA
Comienza la jornada. Mil años de historia nos conectan con el texto del Media vita y con tantas otras voces que han alzado sus plegarias al cielo. Vamos camino al templo, aquel lugar en el que hacemos lo que más nos gusta: cantar. A pesar de nuestra corta edad, nuestra devoción conoce el esfuerzo, trabajo y sacrificio, pero también mucha alegría, disfrute y diversión.
Os invitamos a seguir con nosotros esta jornada de trabajo en la que, siguiendo la liturgia de las horas, nuestra comunidad celebra el amor que siente por la música.
Aún está todo a oscuras. La Luna y las estrellas brillan tímidas en el cielo. Pero no nos hace falta ver nada, nosotros portamos la luz. O lux beatissima es la obra elegida para entonar en Maitines. Otro día más damos gracias porque como dice el texto, la música con su luz “llena lo más íntimo del corazón de sus fieles” [Reple cordis intima tuorum fidelium].
Laudes es la hora de la alabanza. En todo el mundo se oye nuestro canto, Cantate Domino omnis terra. Es nuestro grito de júbilo, nuestro momento de gloria, nuestro hilo conductor. Anunciamos entre todas las gentes la gloria de nuestra pasión, como tantos otros ya han hecho y seguirán haciendo.
La primera hora tras el amanecer, Prima, es más distendida. Por ello escogemos una melodía que proviene de un virelai, una forma poética medieval originaria del mundo profano. Recogida en el manuscrito Livre Vermell de la Abadía de Montserrat, Mariam Matrem Virginem es un canto hipnótico de bondad y misericordia.
Nuestra jornada prosigue, llegamos a Tercia. Dejamos volar nuestra imaginación con la Fantasía de alalá hasta la historia de los primeros pobladores. No hay texto, el alalá es un canto folclórico que se considera una reliquia de la lengua primitiva, pero tampoco hace falta. La voz es el instrumento primigenio.
Cantate Hodie! significa “Canta hoy” por lo que no podría ser una obra más acertada para nuestra comunidad. Retomamos nuestro hilo conductor para la liturgia de la Sexta hora. ¡Aleluya! Ya es mediodía, el Sol brilla en lo alto y la música nos concede otro momento de goce y júbilo.
En la última de las horas menores, Nona, pedimos que nuestras súplicas sean escuchadas con Sub tuum praesidium, “bajo tu amparo nos acogemos”. El texto proviene de uno de los himnos más antiguos conservados y se ha recitado en las liturgias de tantas otras comunidades anteriores a la nuestra, aproximadamente desde el año 250 d.C. Es un momento de catarsis, la música nos acompaña también en los momentos de dolor y tiene el poder de cambiar nuestro estado de ánimo.
Llegan las Vísperas. El día está a punto de finalizar y la noche se cierne ante nuestros ojos. Sin embargo, nuestra fe es ciega. De nuevo nuestras voces traen la luz eterna que brilla sobre nosotros, Lux aeterna. Con él despedimos otra jornada que llega a su fin y recordamos a aquellos que gozan ya del descanso eterno [Requiem aeternam dona eis].
Cantate Domino, retomamos nuestro hilo conductor ahora que el ciclo se ha completado, además, es la hora de Completas. Sentimos la alegría en nuestros corazones por haber podido compartir esta jornada con vosotros.
La música, que hoy es para nosotros nuestra afición, es también muchas horas de duro compromiso, estudio y disciplina. Pero pocas cosas nos hacen disfrutar tanto como cantar juntos y por eso queremos decirte que, cada vez que así lo sientas: ¡¡CAN-TA-TE!!