No hay mejor manera de terminar febrero que con una crítica como ésta de Eduardo Torrico para la Revista Scherzo en su edición de marzo. Agradecemos con humildad las palabras, que no son más que la constatación de que un trabajo constante, intenso y motivador, tiene un resultado muy positivo en la interpretación.
Hace dos años, el coro asturiano El León de Oro hizo su debut discográfico en el sello Hyperion con un programa de polifonía renacentista, Amarae morti, que recibió los más encendidos elogios. De nuevo bajo la doble batuta de su director titular, Marco Antonio García de Paz, y de su director honorario, el legendario Peter Phillips, El León de Oro retorna a su espacio natural, es decir, a la polifonía renacentista. Y más concretamente, a la española, con un monográfico dedicado a Francisco Guerrero: Magnificat quarti toni, lamentaciones, motetes (Ave virgo sanctissima; Hei mihi, Domine; Beatus Achacius oravit; Sancta et immaculata; Regina caeli a 8 y Laudate Dominum de caelis) y canciones y villanescas espirituales (Los reyes siguen la estrella; Antes que comáis a Dios; Sanctissima Maria; Si tus penas no pruevo y Mi ofensa es grande).
Guerrero es el tercer gran polifonista hispano, pero, al contrario de lo que sucede con Tomás Luis de Victoria y Cristóbal de Morales, no ha tenido —salvo honrosas excepciones— fortuna con la fonografía hasta la fecha, lo cual, por desgracia, ha contribuido a ofrecer una imagen falaz del compositor sevillano. Este CD lo sitúa en el sitio que en justicia le corresponde y se erige como un registro absolutamente referencial.
El León de Oro (38 voces en esta ocasión) es un prodigio de afinación. Por mucho que les pese a esos otros grandes (por proporción) coros españoles, que esgrimen en la comparación su condición de ‘profesionales’ como si el diletantismo fuera una lacra deshonrosa, no hay hoy por hoy en nuestro país un coro que se acerque al nivel de El León de Oro. Ni por lo más remoto. La toma sonora (la grabación tuvo lugar en la Iglesia del Real Monasterio de San Salvador de Cornellana, en Asturias) contribuye a potenciar la excelencia de este asombroso CD.
Eduardo Torrico – Redactor jefe de la Revista Scherzo